miércoles, 12 de febrero de 2014

Experiencia turística por el Parque Nacional de Cabañeros

Nos adentramos por un camino que nos conduce al Restaurante-Casa Rural Boquerón de Estena, sito en pleno corazón del Parque Nacional de Cabañeros.  En el restaurante, premiado con dos tenedores, podemos degustar productos de la tierra manchega. Entra al comedor y disfruta del acogedor y cálido lugar. Siente cómo tu paladar se funde con los entrantes. Saborea las migas, el queso de cabra de Hontanar y el queso de oveja de Pueblo Nuevo. Disfruta del salchichón de venado, ciervo guisado y del pisto. Degusta los platos principales, una exquisita sopa castellana, berenjenas rellenas, crema de calabacín con boletus,  ciervo al horno, cordero y jabalí entre los más destacados. Por último cárgate de energía con nuestros postres: una deliciosa tarta de chocolate, helado sorpresa y frutas variadas. Acompaña la comida con un delicioso pan de pueblo y vino de la tierra.

Terminada la degustación gastronómica manchega, nos dirigimos a visitar el museo de fósiles, dentro de la misma casa rural. Mención especial merecen la réplica de la cruziana, las huellas de los gusanos gigantes (cuyos originales podemos disfrutar en la “Ruta del Boquerón” y sus aledaños) y por supuesto el Paralanorthis Lolae, fósil con el nombre de la propietaria. Continuaremos con una muestra de más de 300 fósiles y minerales de todo el mundo.


Para completar el día, nos decantamos por hacer la ruta del Boquerón. Geo-ruta que nos hace retroceder 500 millones de años atrás en el tiempo. Desde las plataformas marinas rebosantes de vida del ordovícico, a las famosas pizarras con trilobites. Podremos descifrar gracias a los guías del parque, señales del pasado geológico, como las rizaduras de oleaje, resaca o tormenta, idénticas a las actuales. La geo-ruta reúne tres geositios que forman parte del patrimonio geológico español: la discordancia toledánica, los yacimientos de huellas de gusanos gigantes y las congregaciones icnológicas de artrópodos. La casa rural boquerón de Estena sirve de base de estudio a los geólogos y paleontólogos que investigan en el Parque Nacional. No solo disfrutamos de las huellas del pasado, también podemos sentir la fuerza de la naturaleza en la ruta. La ruta del boquerón es un santuario de flora y fauna mediterránea. Nos encontramos con nutrias, con cabras montesas, martín pescador, galápago leproso, algún corzo despistado y rapaces en vuelo vigilantes, al anochecer podemos escuchar e incluso observar al búho real, si hay suerte y es la época, con sus sucesores. Entre la flora destacamos los centenarios tejos, acebos, alcornoques, abedules, arces de Montpelier, encinas, robles, arraclanes, cornicabras, jaras, brezos y en la primavera todas las aromáticas en flor, peonías y orquídeas de espectacular planta, si somos capaces, podemos buscar en algún trampal o humedal hasta las minúsculas “atrapamoscas”. Todo un lujo de sensaciones visuales, auditivas, gustativas, en general un disfrute para todos nuestros sentidos.

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